¿Felices o fructíferos?

12.10.2022

Pareciera que ambos conceptos fueran ideas contrapuestas. Ideas encontradas por el trajín de lo cotidiano que nos devora como si se tratara de algún monstruo impetuoso. La idea de felicidad está tan idealizada, que la mayoría de los mortales viven su día a día con el sediento afán de alcanzarla. Como si de un premio se tratara, o de un requisíto indispensable para poder vivir. Por otro lado, como si se paseara por la vereda de enfrente, está el hecho de ser fructíferos, productivos. Esta idea de que el tiempo es para "hacer", y que el mismo no se puede perder "no haciendo algo". Y esto se llevó puesto el bien tan preciado de la paz y el descanso de la mente; y también arrasó con el aburrimiento. Se ha demonizado el concepto de aburrimiento, a tal punto que los niños, nuestros niños, no tienen espacio para aburrirse. Ellos también se han subido ( o los han subido) a esta carrera de la vida que no repara en lo saludable que engloba el aburrimiento. El aburrimiento es la puerta de ingreso a la creatividad, al mundo interior. Es ahí donde una rama se convierte en escalera, donde un árbol se convierte en castillo y donde la pintura nos convierte en pintores. En la adultez el concepto está aún más vivido como perjudicial, porque en esta etapa los márgenes para "jugar" son casi inexistentes. Escasamente hay espacios donde los adultos se conecten con su creatividad, y que la misma no tenga un fin comercial o laboral. Muchas veces aún lo creativo está ligado a deseos de superación o competitividad con el otro; o simplemente son espacios donde me desahogo. Pero justamente, todo tiene una "función", o una obligación. 

Qué desafío poder ser adultos, (y hoy por hoy también niño), que habiliten  espacios donde simplemente nos conectemos con nuestra esencia misma. Que logremos adquirir la capacidad de jugar, así, espontáneamente. Que podamos integrar los conceptos de poder fructificar, producir y el de ser felices en el proceso. Que la idea de felicidad no sea la parada final, si no que sea el "mientras" voy logrando las metas y proyectos. Que incorporemos y nos amiguemos con el concepto de aburrimiento, como paso necesario para destapar nuestras esferas más creativas. 


¡Disfrutemos de vivir!